En entornos industriales y de investigación, la interrupción de energía puede tener consecuencias graves: muestras dañadas, ciclos repetidos y pérdida de eficiencia. La función de memoria tras cortes de energía en los hornos de secado al vacío DZ-2BCII no es solo una característica técnica, sino una solución crítica para mantener la integridad del proceso.
Cuando ocurre un apagón, el sistema registra automáticamente la temperatura actual, el tiempo transcurrido y el estado del programa (por ejemplo, si está en fase de calentamiento, estabilización o enfriamiento). Al restablecerse la energía, el horno reanuda exactamente desde donde se quedó — sin necesidad de reiniciar manualmente ni ajustar parámetros. Esto evita la duplicación de procesos y reduce el riesgo de error humano.
Según estudios de campo realizados por laboratorios europeos, equipos sin esta función presentan hasta un 23% más de tasas de rechazo de muestra tras eventos imprevistos de energía. En comparación, los modelos con memoria activa mantienen una tasa de éxito del 97% en ciclos completos incluso tras cortes de corriente de hasta 30 minutos.
Un horno tradicional sin memoria reinicia desde cero cada vez que pierde energía. Esto significa:
“Durante una tormenta eléctrica, perdimos energía durante 18 minutos. Nuestro horno DZ-2BCII recuperó automáticamente el punto exacto del ciclo de curado de componentes electrónicos. Sin esta función, habríamos tenido que desechar más del 40% de las piezas. Ahora, nuestra línea de producción es mucho más confiable.” – María López, Ingeniera de Calidad, Grupo Tecnológico Mexicano
La combinación del control PID dual (zona superior e inferior) con la memoria de energía asegura que tanto la uniformidad térmica como la continuidad del proceso sean óptimas. Esta arquitectura permite mantener diferencias de temperatura inferiores a ±0.5°C entre zonas, incluso después de una interrupción.
Además de la memoria, el DZ-2BCII incluye:
“Deja que cada corte de energía no afecte tu proceso principal.”
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