En la producción de alimentos, el control del proceso de secado es fundamental para preservar nutrientes, sabor y apariencia. Según la Asociación Internacional de Tecnología Alimentaria (IFT), más del 40% de los problemas de calidad en productos secos se deben a un mal control térmico o a contaminaciones cruzadas durante el proceso. Por eso, invertir en una máquina de secado al vacío profesional como el modelo DZF-6210 no solo mejora la eficiencia, sino que también asegura cumplimiento con normativas internacionales como la ISO 22000 y HACCP.
Según encuestas realizadas entre fabricantes de snacks, leche en polvo y especias en Europa y América Latina, los principales desafíos son:
Prioridad | Porcentaje de empresas que lo mencionan |
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Preservación de nutrientes (vitaminas, proteínas) | 78% |
Control preciso de temperatura (±1°C) | 69% |
Seguridad contra explosiones (para productos volátiles) | 56% |
Este equipo combina tecnología avanzada con una estructura robusta diseñada específicamente para aplicaciones alimentarias. Su capacidad de 215 litros permite procesos continuos sin interrupciones, ideal para lotes medianos a grandes. Además:
“El secado al vacío no es solo una opción técnica, es una estrategia de calidad. En nuestra línea de producción de frutas deshidratadas, logramos reducir el tiempo de secado en un 35% y mejorar la uniformidad del color gracias al control de temperatura precisa.” — Dr. Ana López, Ingeniera de Procesos en una fábrica de snacks en Chile.
Mientras que el secado por aire caliente tradicional puede causar pérdida de aroma, oxidación y deterioro de color (especialmente en frutas, verduras y productos lácteos), el vacío mantiene una atmósfera estable donde:
Empresas como una marca líder de harinas vegetales en México reportaron una mejora del 25% en la vida útil del producto después de adoptar este tipo de secado, además de cumplir con los requisitos de exportación a EE.UU. y UE.