Si tus muestras se oxidan, se descomponen o no se secan de forma uniforme, es probable que el problema no esté en el método… sino en el equipo.
Muchos investigadores y técnicos de laboratorio enfrentan problemas similares: temperatura inestable, espacio limitado o pérdida de calidad en materiales térmicamente sensibles. La solución no es cambiar de procedimiento — es elegir el equipo correcto.
Este mini horno de vacío de 8 litros está diseñado pensando en tú y tu laboratorio. No solo ocupa poco espacio, sino que también ofrece una precisión de control de temperatura de ±1°C, lo cual es clave para experimentos repetibles y confiables.
Con una bomba de vacío que alcanza hasta 0.098 MPa, elimina el oxígeno y reduce la temperatura de evaporación del agua. Esto significa: menos riesgo de descomposición térmica, especialmente para compuestos orgánicos, polímeros o medicamentos sensibles al calor.
Desde universidades hasta laboratorios farmacéuticos y de electrónica, este horno ha sido adoptado por equipos que exigen consistencia. Por ejemplo:
¿Y qué pasa con la seguridad? El DZF-6010 incluye:
No todos los hornos de vacío son iguales. Mientras muchos ofrecen "control de temperatura", pocos logran mantenerlo dentro de ±1°C durante horas. El DZF-6010 usa un sistema PID avanzado, lo que garantiza que cada ciclo sea idéntico al anterior — no más variabilidad, solo resultados confiables.
Además, su diseño compacto (solo 8L) lo hace ideal para laboratorios pequeños o espacios compartidos. Y si trabajas en múltiples áreas, puedes usarlo como una herramienta multifuncional: desde secado hasta esterilización o deshidratación de muestras delicadas.
“Deja de perder tiempo y muestras. Haz que cada experimento cuente.”
¿Tu laboratorio necesita una solución realista, precisa y segura para secar muestras sensibles?